A sus cuarenta años, cinco personas comparten piso en Madrid,porque lo necesitan y porque forma parte de una nuevamentalidad que atañe a la manera de entender las relaciones.Han logrado construir una especie de refugio, pero una de ellas,Jara, se marcha sin avisar. ¿Por qué se ha ido? Su carácter es,como su vida, inestable, no tiene trabajo y vive siempre en vilo.Lena, Hugo, Ramiro y Camelia la buscarán mientras continúancon sus luchas diarias, marcadas por la necesidad de vivir en estasociedad y por la convicción de que las normas que la rigendeben transformarse. Existiríamos el mar trata de historiascomunes donde lo más intenso no es ni lo más oscuro ni lo másturbio, sino un momento de convivencia movida por el respeto,las risas, la rabia compartida y el apoyo mutuo.