El oficial Jong Sungguk pensó que esa tarde de lluvia sería como cualquier otra: más inspecciones
de rutina en un vecindario de clase media de la ciudad de Daegu, Corea del Sur. Lo que nunca
imaginó es que dentro de una casa aparentemente normal encontraría a una mujer muerta y a un
chico, de nombre Moon Daehyun, encerrado en el ático. Y lo que menos podía esperar es que ese
chico cambiaría su vida para siempre.