Una historia familiar de lucha y complicidad
femenina a caballo entre el País Vasco de
los años setenta y los Estados Unidos de las
sufragistas.
Según las creencias de los primeros vascos, aquellos que se enamoraban
de las lamias, seres mitológicos de apariencia similar a
la de las sirenas, se convertían en delfines. Era el precio que debían
pagar por su atrevimiento. Un cambio radical que acontecía
de la noche a la mañana, como el inicio de un viaje a un destino
incierto. De forma parecida, la vida de los migrantes también cambia
cuando cruzan la frontera de su país y, una vez emprendido, el
camino se vuelve otro, muy diferente al imaginado.
Por las páginas de La vida anterior de los delfines se cruzan tres
historias: el destino del libro inacabado que la feminista Edith
Wynner dedicó a Rosika Schwimmer, activista, pacifista y sufragista
nominada en varias ocasiones al Premio Nobel de la Paz, así
como la relación entre estas dos mujeres extraordinarias durante
la primera mitad del siglo xx; las vivencias de una familia vasca
emigrante en el Nueva York actual con el trasfondo político y social
del tormentoso fin de la era Trump, y las reminiscencias de la
amistad entre dos niñas en el pequeño pueblo costero donde el
narrador creció junto a un grupo de mujeres revolucionarias en los
años setenta y ochenta.